El que no arriesga no gana

Que misterioso y mágico es el amor

Cómo hubiera sido si yo jamás te hubiera conocido

nunca me hubiera preocupado por entender el mundo

de una manera tan compleja

nunca hubiera conocido tanto de mí.

Sólo ahora que ya no estas, puedo reconocer

todo lo nuevo que aprendí.

Y siempre hubo en la distancia, un ser completo que yo deseaba encontrar.

Sin embargo, aún lo sigo buscando. Aún me sigo buscando.

Porque todo lo que dí en un determinado momento, no será lo mismo que entregaré

cuando esté lista para volver a empezar una nueva historia.

Ahora que ya no estas continúo aprendiendo.

El silencio entre los dos me ha llevado

a descubrir sensaciones y reacciones que jamás creí tener en mi persona.

Y aunque hubiera preferido guardar o aplastar todas estas emociones....

Creo que la mejor manera de sanar las heridas es esta: La aceptación

y confrontación con lo más profundo de mi inconsciente.

Cada persona elije como olvidar, unos buscan formas de distraerse,

Otros prefieren desaparecer todo aquello que les recuerde el pasado.

Y sin querer lo reviven en un sueño gris.

Yo elijo... No olvidar.

Porque eso significaría

que todo lo que creí verdadero en algún momento,

no lo fue.

Y para mí... Cada circunstancia valió la pena.

Aunque triste fue, que finalmente no pudimos entendernos.

Estas palabras entierran... el tiempo cambiará los sentimientos.

Y no habrá mas pérdida de tiempo, mientras ambos en el camino

reconozcan su diferente destino.

Aquella esperanza que conmueve mi corazón

en este instante es muy parecida

a la que yo esperaba encontrar

en aquel ser que parecía tan distante.

Pero aún la niebla perturba mi camino

Aún la ilusión me eleva y no se me hace fácil aclarar mis pensamientos

Aún no es posible querer como yo quisiera.

Mi intención es empezar a recorrer un nuevo sendero

como si fuese un papel en blanco donde todo es posible

y donde no existen los fantasmas invisibles.

Estoy decidida a lanzarme en la aventura

y a liberar mi corazón de toda atadura.

Porque sólo así podré dejar de estar vulnerable,

Y sin pensarlo dos veces volveré a confiar

para así sembrar la verdadera fuerza que nos lleva al cambio: El Amor de Dios