¿DE VERDAD ES TAN COMPLICADO ESTAR A FAVOR O EN CONTRA?
Hace unos días tuve una conversación con mi hermana muy bonita, siendo mi hermana menor, me enseñó algo muy valioso y que me impactó por su radicalidad, pero a la vez por su simpleza. Yo le pregunté, ¿Tu estas a favor del aborto? Y ella me dijo No. Entonces yo le pregunté: ¿Y qué opinas sobre las niñas que son violadas? ¿No piensas que ellas deberían tener el derecho a elegir? Y ella me contestó:
“Hay tantas desgracias que le pueden pasar a cualquiera, tanta injusticia en el mundo. Uno no tiene la culpa que se nos muera un ser querido en un accidente automovilístico o de repente asesinado, pero la vida continúa… Del mismo modo, esa mujer que ha sido violada, ya sea adulta o niña, ha sido víctima de una injusticia cruel, ella no tiene la culpa de eso tampoco, ¿Pero por qué debería abortar? Es decir, ¿Es lógico eliminar un mal con otro mal? La criatura tampoco tiene la culpa de eso. Total si ella no lo quiere se lo puede dar a otra persona y hará que otra familia sea feliz… Quizás esas injusticias ocurren porque Dios nos pone a prueba… ”
Pienso que el no abortar es una ocasión para amar y traer una alegría al mundo. Una oportunidad para mostrar lo fuerte que puede llegar a ser nuestro amor, porque el amor verdadero proviene de una fuente inagotable…
Entonces luego le pregunté: Pero ¿Qué pasa si esa niña que ha sido violada, no entiende nada de esto? ¿No se traumaría de por vida de ser madre tan joven?
Ella me respondió: “Peor es que lo entienda después, cuando ya no puede hacer nada para cambiar lo que pasó”
Estoy segura que una mujer nunca va a olvidar el trauma de una violación y el abortar no va a eliminar ese recuerdo, al contrario, puede que acentúe más ese dolor y ese vacío en el alma, porque significa asesinar a alguien. Puede que otra persona diga que no siente ni culpa ni pena por ese ser y que ella es libre de decidir si quiere ser madre o no, pero la libertad de uno termina cuando atenta la de otro. Y el no sentir culpa por eliminar la posibilidad de una vida en la tierra refleja lo insensibles que nos podemos volver los seres humanos al no pensar más que en nosotros mismos y no nos damos cuenta que lo único que nos va a hacer felices de verdad es amar a los demás, salir de nuestro mundo.
Pensemos un momento en nuestra existencia ¿A caso no es un regalo, un milagro que tú y yo estemos vivos y podamos disfrutar de la belleza del mundo? Que podamos sonreír, pensar, sentir, dialogar, compartir y querer a alguien más? Claro que también hay sufrimiento en la vida, pero ese sufrimiento solo es un dolor sin sentido cuando nos creemos autosuficientes y no aceptamos que necesitamos del otro y que no estamos solos. A veces las cosas malas nos pasan por razones que no podemos controlar, pero todo ese dolor tiene un sentido cuando lo entregamos por una causa y cuando hay una lucha de cada uno por superarse, cuando existe la esperanza, una esperanza que no solo es un: “quiero que MI vida sea mejor” es también un “Quiero que la vida de todo el mundo que esté a mi alcance de ayudar sea mejor”.
La vida es muy breve como para no luchar por las cosas que valen la pena, sólo así nuestra vida puede tener un sentido trascendente. En “Marcha por la vida” los que participan también consolidan su posición, es un momento para renovar su Fe, al ver que no son los únicos que luchan por esa causa, y también fortalecen su voluntad, porque uno nunca sabe si el pensamiento de abortar se te puede pasar por la cabeza al estar en una situación crítica… Pero para eso están nuestros amigos de verdad, y esta campaña tan importante que pone una huella en ti para recordar siempre cual es la decisión que debes tomar para ser verdaderamente feliz y que la decisión que te hará daño, siempre es la que parece más fácil.
“Marcha por la vida” habla por los que no tienen voz, Los bebes no pueden decir qué necesitan, qué sienten, cómo quieren vivir. Por eso, por todos aquellos que no han podido nacer, y por todos los que vendrán, nosotros decimos: “Yo estoy aquí y también quiero vivir.”
Andrea.
Hace unos días tuve una conversación con mi hermana muy bonita, siendo mi hermana menor, me enseñó algo muy valioso y que me impactó por su radicalidad, pero a la vez por su simpleza. Yo le pregunté, ¿Tu estas a favor del aborto? Y ella me dijo No. Entonces yo le pregunté: ¿Y qué opinas sobre las niñas que son violadas? ¿No piensas que ellas deberían tener el derecho a elegir? Y ella me contestó:
“Hay tantas desgracias que le pueden pasar a cualquiera, tanta injusticia en el mundo. Uno no tiene la culpa que se nos muera un ser querido en un accidente automovilístico o de repente asesinado, pero la vida continúa… Del mismo modo, esa mujer que ha sido violada, ya sea adulta o niña, ha sido víctima de una injusticia cruel, ella no tiene la culpa de eso tampoco, ¿Pero por qué debería abortar? Es decir, ¿Es lógico eliminar un mal con otro mal? La criatura tampoco tiene la culpa de eso. Total si ella no lo quiere se lo puede dar a otra persona y hará que otra familia sea feliz… Quizás esas injusticias ocurren porque Dios nos pone a prueba… ”
Pienso que el no abortar es una ocasión para amar y traer una alegría al mundo. Una oportunidad para mostrar lo fuerte que puede llegar a ser nuestro amor, porque el amor verdadero proviene de una fuente inagotable…
Entonces luego le pregunté: Pero ¿Qué pasa si esa niña que ha sido violada, no entiende nada de esto? ¿No se traumaría de por vida de ser madre tan joven?
Ella me respondió: “Peor es que lo entienda después, cuando ya no puede hacer nada para cambiar lo que pasó”
Estoy segura que una mujer nunca va a olvidar el trauma de una violación y el abortar no va a eliminar ese recuerdo, al contrario, puede que acentúe más ese dolor y ese vacío en el alma, porque significa asesinar a alguien. Puede que otra persona diga que no siente ni culpa ni pena por ese ser y que ella es libre de decidir si quiere ser madre o no, pero la libertad de uno termina cuando atenta la de otro. Y el no sentir culpa por eliminar la posibilidad de una vida en la tierra refleja lo insensibles que nos podemos volver los seres humanos al no pensar más que en nosotros mismos y no nos damos cuenta que lo único que nos va a hacer felices de verdad es amar a los demás, salir de nuestro mundo.
Pensemos un momento en nuestra existencia ¿A caso no es un regalo, un milagro que tú y yo estemos vivos y podamos disfrutar de la belleza del mundo? Que podamos sonreír, pensar, sentir, dialogar, compartir y querer a alguien más? Claro que también hay sufrimiento en la vida, pero ese sufrimiento solo es un dolor sin sentido cuando nos creemos autosuficientes y no aceptamos que necesitamos del otro y que no estamos solos. A veces las cosas malas nos pasan por razones que no podemos controlar, pero todo ese dolor tiene un sentido cuando lo entregamos por una causa y cuando hay una lucha de cada uno por superarse, cuando existe la esperanza, una esperanza que no solo es un: “quiero que MI vida sea mejor” es también un “Quiero que la vida de todo el mundo que esté a mi alcance de ayudar sea mejor”.
La vida es muy breve como para no luchar por las cosas que valen la pena, sólo así nuestra vida puede tener un sentido trascendente. En “Marcha por la vida” los que participan también consolidan su posición, es un momento para renovar su Fe, al ver que no son los únicos que luchan por esa causa, y también fortalecen su voluntad, porque uno nunca sabe si el pensamiento de abortar se te puede pasar por la cabeza al estar en una situación crítica… Pero para eso están nuestros amigos de verdad, y esta campaña tan importante que pone una huella en ti para recordar siempre cual es la decisión que debes tomar para ser verdaderamente feliz y que la decisión que te hará daño, siempre es la que parece más fácil.
“Marcha por la vida” habla por los que no tienen voz, Los bebes no pueden decir qué necesitan, qué sienten, cómo quieren vivir. Por eso, por todos aquellos que no han podido nacer, y por todos los que vendrán, nosotros decimos: “Yo estoy aquí y también quiero vivir.”
Andrea.
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